PERDIDA, DUELO Y MUERTE



                                          LA MUERTE

La muerte es la pérdida total de las funciones vitales. Este concepto se define como la conclusión de la existencia terrena e histórica del hombre, símbolo de la finitud del ser, que sufrida de forma impotente y pasiva no está en manos del hombre poder evitarla. Con ella terminan los procesos biológicos fundamentales, pero también las relaciones sociales del hombre.


En varios sentidos  siempre ha sido y será un tema del que pocos quieren hablar, sin embargo desde tiempo inmemorial el hombre ha rendido culto a sus muertos y esto se ha reflejado en los diferentes rituales y formas de entierro. La condición humana de seres finitos determina y obliga a caminar en un solo sentido; cada segundo que transcurra será irreparable un segundo después. El tiempo aparece como una línea que une la vida con la muerte.


Si bien es cierto que la muerte es una realidad especialmente difícil de entender; hoy en día lo es más, porque en la era del mundo globalizado se fomenta la ilusión de que vamos a vivir muchos años y se alimenta la negación de la realidad de la muerte.


Un  aspecto importante a considerar es el sufrimiento que genera la muerte. El sufrimiento, es la respuesta emotivo/afectiva negativa, desagradable, generada en los más altos centros nerviosos por el dolor y por otras situaciones que psicológicamente se le asemejen, como pérdidas de personas queridas o de objetos de amor importantes, con la consiguiente depresión, estrés, ansiedad y frustración que suele acompañarlo.


La muerte de un ser querido y/o la propia muerte, es una experiencia humana muy fuerte, por la que todos tenemos que pasar en algún momento de nuestra existencia y conlleva un proceso de duelo, a veces anticipado, con profundas implicaciones para la totalidad del ser. De esto no podemos escapar, es inevitable, por tal motivo cuanto más activo sea el duelo, menor será su duración y el riesgo de que resurja de modo distorsionado en el futuro. A pesar de la carga de sufrimiento que el proceso de duelo origina, esta experiencia aparentemente negativa, puede transformarse en una vivencia positiva.

               EL DUELO


Son las demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien, expresadas con dolor, lástima, aflicción o pesar. En tal sentido podemos decir que el duelo es la respuesta normal y natural a una pérdida humana o separación. Es también, una respuesta a cualquier tipo de pérdida, no sólo a la muerte de una persona. Es algo personal y único y cada persona lo experimenta a su modo y manera, sin embargo produce reacciones humanas comunes.


El duelo es una experiencia global, que afecta a la persona en su totalidad: en sus aspectos psicológicos, emotivos, afectivos, mentales, sociales, físicos y espirituales. Sin embargo, aun cuando todo ser humano debe enfrentarse al sufrimiento que genera la separación transitoria o definitiva de un ser querido, la pérdida de un órgano, la pérdida de una función, las pérdidas de tareas propias de cada etapa de crecimiento y desarrollo que se van dejando atrás; son pocas las oportunidades de aprendizaje que se tienen acerca de cómo manejar el duelo que producen las pérdidas significativas a lo largo de la vida humana.


el duelo representa una desviación del estado de salud, y de la misma manera que es necesario curarse en la esfera de lo fisiológico para devolver al cuerpo su equilibrio  homeostático, se necesita un período de tiempo para que la persona en proceso de duelo vuelva a su estado de equilibrio.  Los teóricos sobre el duelo, han estudiado los signos y síntomas que se presentan durante el proceso de elaboración del duelo y los han configurado en diferentes etapas. Sin embargo no necesariamente toda persona en duelo debe pasar por todas ellas de la misma manera, ni seguir una determinada secuencia.



SÍNTOMAS DEL DUELO:



 Intensos sentimientos de culpa, provocados por cosas diferentes a las que hizo o dejó de hacer en el momento de la muerte de su ser querido.

 Pensamientos de suicidio que van más allá del deseo pasivo de “estar muerto” o de poder reunirse con su ser querido.

 Desesperación extrema; la sensación de que por mucho que lo intente nunca va a poder recuperar una vida que valga la pena viva.

 Inquietud o depresión prolongadas, la sensación de estar “atrapado” o “ralentizado” mantenida a lo largo de períodos de varios meses de duración.

 Síntomas físicos, como la sensación de tener un cuchillo, clavado en el pecho o una pérdida sustancial de peso, que pueden representar una amenaza para su bienestar físico.

 Ira incontrolada, que hace que sus amigos y seres queridos se distancien o que le lleva “a planear venganza” de su pérdida.

 Dificultades continuadas de funcionamiento que se ponen de manifiesto en su incapacidad para conservar su trabajo o realizar las tareas domésticas necesarias para la vida cotidiana.

 Abuso de sustancias, confiando demasiado en las drogas o el alcohol para desterrar el dolor de la pérdida.


DUELO INDIVIDUAL

Se describen 3 fases

1.- Fase inicial o de levitación. Reacción normal y terapéutica, surge como defensa masiva del psiquismo, que perdura hasta que el Yo consiga asimilar gradualmente el golpe. Shock e incredulidad, incluso negación. Dura horas, semanas o meses. Es impactante e increíble y puede proteger al doliente de reacciones intensas. Como la certeza de la pérdida los inunda, la etapa inicial da paso a un sentimiento arrollador de tristeza, el cual se expresa con llanto frecuente.


2.- Fase aguda de duelo. Puede durar 6 meses o más. Existe agudo dolor por la separación, desinterés por el mundo, preocupación porla imagen del muerto. Estas sensaciones disminuyen con el tiempo, pero pueden repetirse en ocasiones como los aniversarios. Trabajo penoso de deshacer los lazos que continúan el vínculo con la persona amada y reconocer la ambivalencia de toda relación (aspectos positivos y negativos).todas las actividades del doliente pierden significado en esta fase.



3.- Resolución del duelo. Fase final. Gradual reconexión con vida diaria. Estabilización de altibajos de etapa anterior. Energía sicológica ya está liberada y lista para reinvertirla. Cuando los recuerdos de la persona desaparecida traen sentimientos cariñosos, mezclados con tristeza, en lugar del dolor agudo y la nostalgia. Muchos sobrevivientes se sienten fortalecidos y orgullosos de haberse recuperados.



Los factores que afectan al proceso de duelo y que influyen en el grado de desorganización familiar


Incluyen:



* Las fases del ciclo vital familiar


* Los roles que desempeñaba el fallecido


* El poder


* El afecto


* Los patrones de comunicación


* Los factores socioculturales.



ETAPAS DEL PROCESO DEL DUELO:



·         Fase de shock o estupor



Se trata de un estado protector que sirve para dar tiempo a asumir la información y puede durar incluso algunos días.



·         Fase de rabia o agresividad



En este momento podemos sentirnos con menos capacidad  de concentración y tener pérdidas de memoria.



·         Fase de desorganización



Es habitual experimentar apatía, desinterés o incluso una tendencia a abandonarnos.



·         Fase de reorganización



Es el momento en que cada uno tiene que seguir su propio camino , en el cual la vida ya no volverá a ser la misma.



PERMITIR LA CONTEMPLACIÓN DEL CUERPO DEL FALLECIDO, ESTO ES MUY IMPORTANTE PARA  EVITAR


Previamente, debemos advertir, si existen, de posibles alteraciones visibles en el cuerpo o de su aspecto actual (intubado, conectado al

respirador si es donante de órganos, etc). También se les permitirá que le toquen y le hablen,“que puedan despedirse”.


ü Avisar, si lo desean, a algún familiar o amigo.


ü Ayudar al superviviente a tomar conciencia de la muerte. En los  momentos iniciales, la sensación de irrealidad es la norma.Hablar sobre la pérdida ayuda a realizar esa tarea.


ü Ayudar a identificar y expresar sus sentimientos “a su modo y manera”, manteniendo  una comprensión empática y sin forzar nunca la situación.







BIBLIOGRAFIA:

Lic. Susana Rosales Barrera y Mtra. Eva Reyes Gomez. (2004). Fundamentos de enfermería. En Fundamentos de enfermería 3º edición. Av. Sonora 206, Col, Hipódromo, 06100. México, D.F.: El manual Moderno,.
https://repositorio.unican.es/xmul/bitstream/handle/1090/2182/BooPuenteMJ.pdf?sequence=1





  

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